Carlos Alcolea y la nueva figuración abren la temporada de Cajasol

Carlos Alcolea. La reina de corazones, 1975. Acrílico sobre lienzo, 182x180.

 

A Carlos Alcolea el tiempo se le acabó pronto. En septiembre de 1992, con cuarenta y tres años, falleció en Madrid. Días después el Ministerio de Cultura le concedió a título póstumo el Premio Nacional de Bellas Artes. Su figura es, en palabras de Luis Gordillo, «indiscutible en la historia de la pintura española».

El próximo día 9 de octubre la Fundación Cajasol inaugurará una exposición del pintor que lleva por título. «Carlos Alcolea. Nadar, mirar pintar», haciendo evidente referencia al libro escrito por el artista titulado «Aprender a nadar», y que versaba sobre sus teorías pictóricas.

La muestra, comisariada por Juan Bosco Díaz y José Soto, reune alrededor de sesenta obras entre cuadros y dibujos, algunos de ellos inéditos. Entre las piezas destacan los dibujos que realizara para la carpeta «Animales salvajes, animales domésticos».

La exposición ocupará las tres grandes salas de la Fundación Cajasol sita en la calle Laraña.

De esta forma, se rinde homenaje a uno de los pintores mas significativos de la generación que se denominó «Nueva generación madrileña», en la que se incluyen andaluces como Guillermo Pérez Villalta. Chema Cobo y Luis Gordillo, además de Carlos Alcolea, Juan Antonio Aguirre y Carlos Franco.

Para muchos estudiosos de su obra, Alcolea es un artista destacado de la historia de la pintura española que aportó buena parte del lenguaje de una nueva generación que comienza a trabajar en el año 1971, cuando la práctica estrictamente pictórica no gozaba de mucho crédito.

En Sevilla la última exposición sobre la obra de Carlos Alcolea tuvo lugar en la galería Rafael Ortiz en marzo de 2004. Esta galería es una de las que ha prestado obra para la muestra de Cajasol, así como familiares del artista, entre otras personas e instituciones.

Carlos Alcolea y Luis Gordillo tuvieron historias paralelas. Alcolea, hijo de notario, nació en la Coruña pero estudió en Cádiz y Sevilla. Al igual que Gordillo estudió Derecho y ambos se encontraron en Madrid en los años setenta. Luis Gordillo sobre Alcolea ha dicho en alguna ocasión haber estado, «muy presente en los caminos de su pintura».

El haber fallecido tan joven propició que la obra de Alcolea sólo fuera valorada en un primer momento por el mundo pictórico. Pese a ello, en 1998 el Museo Reina Sofìa realizó una gran antológica de la obra de Carlos Alcolea situándola histórica y pictóricamente en el lugar que merecía y en la cotización que hoy tiene.

En su obra, muy influenciada por el pop y pintores americanos como Frank Stella, Alcolea absorbe de múltiples pintores, entre ellos de su amigo Gordillo, haciendo también numerosas alusiones al comic.

Realizó su primera exposición en la galería Amadís de Madrid en 1971. Algunas de sus obras más representativas son «Desnudo bajando la escalera» (1976-1977), «Matisse de día, Matisse de noche» (1977), o la serie de lienzos sobre piscinas.

Carlos Franco. Asalto de Celos, 1976. Acrílico sobre lienzo. 130x171

Por ello, los comisarios han querido realizar un discurso más amplio de la obra de Alcolea, enmarcándola dentro del contexto del movimiento de la «Nueva figuración madrileña», incluyendo en la misma autores como Pérez Villalta, Luis Gordillo y Chema Cobo, así como Carlos Franco.

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