El Barroco de la escuela sevillana en todo su esplendor

Andalucía Barroca

Eso es lo que puede contemplarse en el crucero del Hospital Real de Granada hasta el próximo 30 de enero: una magna exposición organizada por la Consejería de Cultura en la que pueden contemplarse pinturas, esculturas y ornamentos de los siglo sXVII y XVII provenientes de colecciones privadas y públicas y que la convierte en una de las mayores muestras que han pasado por Granada.

La exposición incluye cuadros de Velázquez y obras que se exponen por primera vez. La muestra fue inaugurada ayer por la consejera de Cultura, Rosa Torres, dentro del programa Andalucía Barroca y que ofrece la posibilidad de ver en Granada lo mejor del Barroco sevillano y en Sevilla lo mejor del Barroco granadino. "Granada y Sevilla fueron los dos grandes núcleos del Barroco andaluz", dijo la consejera, quien resaltó incluso el hecho de que al tener Sevilla puerto comercial con las Indias, hizo que la corriente artística llegase también a Latinoamérica. "Ambas escuelas", añadió, "alcanzaron cimas exquisitas y desbordante creatividad".

La exposición está integrada por 122 piezas e incluye obras de artistas como Velázquez o Valdés Leal, además de otros grandes maestros del Barroco sevillano que dan una muestra de la importancia que tuvo la capital andaluza en el siglo XVII. Teatro de Grandezas, que es el título de la exposición, está dividida en cinco secciones: La ciudad, La fe, La vida activa (El siglo), La vida contemplativa (El desierto) y La muerte (La parca). La primera se centra en cómo Sevilla contaba con un puerto marítimo internacional, un Arzobispado, una Audiencia, una Universidad y una corte real entre los años 1729 y 1733. También fue destino de embajadas y centro de actividades artísticas, científicas o literarias.

La sección La fe analiza la manera en que la iglesia controlaba la vida ciudadana y religiosa y era la fuente de la que emanaban todas las verdades. Los barrios se regían por las parroquias y las iglesias eran los principales centros de reunión. Fue en el Barroco cuando se crearon las hermandades de culto y aparecieron manifestaciones religiosas como las procesiones de Semana Santa o el Corpus Christi.

La sección El siglo se centra en la vida ciudadana integrada por el pueblo llano, los comerciantes y los aristócratas terratenientes. La Real Maestranza de Caballería era una de las manifestaciones de la vida sevillana. La vida social estaba, por otra parte, basada en la importancia de las apariencias.

El desierto, centrado en la vida contemplativa, refleja, según los organizadores, al individuo barroco, apasionado, y de ánimo sensible e inestable. Una de las principales características de la época barroca era la manera en que mucha gente, imbuida por el sentimiento religioso, se recluía en conventos y monasterios con el único propósito de huir de la vida mundana y prepararse para la vida eterna. Los votos de obediencia, castidad, pobreza y abstinencia están claramente reflejadas en las obras que poblaban los monasterios y conventos de la época.

Finalmente, la última sección, La parca, es una profunda reflexión sobre la muerte, tan presente en el mundo barroco. La Iglesia consiguió convertir la muerte en todo un ritual funerario. También es cuando adquieren mayor fuerza las vidas de los santos y las reliquias religiosas. En esta sección se expone la famosa Canina del Santo Entierro.

Jesús Arias / GRANADA

información extraida de http://www.e-sevilla.org

 

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