SEVILLA. Paco Pérez Valencia (Sanlúcar de Barrameda, 1969), preparaba su exposición de Madrid, inaugurada la pasada semana, cuando surgió la posibilidad de hacer una individual en Sevilla.
La actividad de este pintor en nuestra ciudad se ha relacionado, en los últimos tiempos, a su trabajo de asesoramiento artístico con la Fundación el Monte. «Debido a este tipo de trabajo la verdad es que me he volcado más en realizar exposiciones fuera de Sevilla, en Madrid y Barcelona, pero al surgir la oportunidad de hacerla aquí, en Abantum, con amigos, creí que era hora de volver».
«Cuidaré de tí», que se inaugura mañana viernes, es el título de esta exposición, en la que no se sabe si es el pintor quien cuidad de la obra o la obra de su autor.
Y ha vuelto, tras cuatro años, de la forma más original, sin acudir a una galería, sino haciéndolo en los muros de una casa del casco histórico, con tradición médica, pues perteneció a un conocido catedrático de medicina, que la empresa Abántum ha restaurado como nueva sede social.
José Luis Jiménez, uno de los empresarios amantes del arte, es un apasionado de la abstracción geométrica, «sabemos que no podemos tener abierto como una galería, pero al menos si existe un espacio así, que pueda servir como un lugar de arte».
Paco Pérez Valencia ha realizado la mayor parte de la obra expuesta el pasado verano. «el reto era, además de enfrentarme de lleno nuevamente a la pintura, el espacio que se me ofertaban. Yo, que he colgado tantas exposiciones, me veía sumido en un laberinto de paredes, muros blancos y grandes techos».
La insistencia en la creación
Para el pintor, la oportunidad era única. «Se trataba de volver a casa con un proyecto específico y de acuerdo con el lugar». Para ello, Pérez Valencia ha insistido en su obra monocroma que juega de una manera especial con la simplicidad del espacio en blanco, lleno de molduras románticas.
«Mi trabajo a veces ha transcurrido en medio de una gran arbitrariedad, pero finalmente, nada sucede al azar, todo está muy medido, aunque a veces no lo parezca».
La insistencia en la creación que Pérez Valencia ha generado este verano, «ha sido muy gratificante. Antes me distanciaba mucho de la pintura, pero ahora no. Yo creo que algo ha tenido que ver el nacimiento de mi hijo que me ha creado la necesidad de ver cuanto antes la idea plasmada en el lienzo».
Admirador de Luis Gordillo, reconoce tener unas influencias históricas inevitables. «En mi obra hay un punto de vista inmediato que viene directamente del pintor Paco Reina, quien siempre dice que la persona es igual a lo que transmite con su trabajo. Y yo creo que, por otra parte, que no todo es el impacto de la imagen».
En sus nueva obra Pérez Valencia quiere hablar de sutilezas, silencios y voces susurrantes, que transmite a través de grandes rasgos, con cierta influencia de los teóricos geométricos, algo que el pintor reconoce, «porque además, debido a ello, los coleccionistas, que alguno hay de mi obra, son en su mayoría arquitectos».
Interesado por creadores como Gerardo Delgado, Jackson Pollock o Rothko, su obra en papel es como una «suite íntima», algo diferente a lo que hasta ahora había realizado. «Soy consciente que es un riesgo el papel, porque el pintor se descubre más que nunca en el trazo, pero creo que precisamente por eso me he esforzado en realizarlos».
Son diecinueve obras en papel de distintos formatos y realizados en papel hecho a mano, con la sutileza que el dibujo requiere. «Creo que hace mucho tiempo que no me arriesgaba tanto con una exposición, pero llega un momento en que hay que hacerlo».
En el catálogo de la muestra, un texto de Luis Gordillo en el que sentencia: «en alguna ocasión ví un cuadro de Paco Pérez Valencia colgado en la pared de una casa normal y sentí la dificultad que podía tener ese cuadro para vivir entre las cosas».